Todas las civilizaciones, tanto antiguas como contemporáneas, han recurrido y recurren a sistemas oraculares en todo el mundo. Son más frecuentes de lo que solemos pensar y han sido utilizados no solo para la toma de decisiones importantes, sino también como una herramienta de autoconocimiento y crecimiento personal. Sin embargo, a lo largo de los años, se han generado muchos mitos y creencias erróneas sobre esta práctica. En este artículo, quiero centrarme en las runas, uno de los sistemas oraculares más antiguos y poderosos, para desmitificar algunas de estas ideas y mostrar cómo pueden ser una herramienta invaluable de autoconocimiento y orientación.
Mito 1: "Las runas predicen el futuro con exactitud"
Este es uno de los mitos más extendidos. Muchas personas creen que las runas pueden dar respuestas cerradas y absolutas sobre lo que ocurrirá en el futuro, como si todo estuviera escrito en piedra. La realidad es que las runas ofrecen una visión profunda sobre las energías en juego y las tendencias de una situación, pero siempre dejando espacio para el libre albedrío. Más de una vez me ha pasado que, al hacer una lectura, la persona consulta sobre un asunto pensando que todo está definido, y las runas muestran caminos alternativos que no había considerado.
Mito 2: "Las runas solo pueden ser leídas por personas con dones especiales"
Si bien la intuición es un factor clave en cualquier práctica oracular, no es necesario tener "dones sobrenaturales" para aprender a leer las runas. Son un lenguaje simbólico que, con estudio y práctica, cualquiera puede comprender. En sesiones, muchas veces los consultantes se sorprenden al darse cuenta de que algunas interpretaciones resuenan profundamente con su intuición. La clave está en la conexión con las runas y la disposición a recibir su mensaje sin prejuicios.
Mito 3: "Las runas solo sirven para preguntas místicas o espirituales"
Otro error común es pensar que las runas solo pueden usarse para cuestiones espirituales, cuando en realidad pueden brindar orientación sobre todo tipo de temas: relaciones, trabajo, decisiones importantes, salud energética y mucho más. Es muy frecuente en las sesiones que alguien llegue con una inquietud práctica y se sorprenda de la claridad con la que las runas reflejan su situación y le sugieren caminos de acción.
Mito 4: "Si una runa es negativa, significa que todo saldrá mal"
Las runas no son "buenas" o "malas"; cada una representa una enseñanza o advertencia. Algunas runas pueden parecer desafiantes, pero eso no significa que todo esté perdido. Por ejemplo, Hagalaz simboliza crisis y transformación, pero también abre la puerta a la renovación. La clave está en interpretar su mensaje con una mirada integral, entendiendo que los desafíos son oportunidades de crecimiento.
Mito 5: "Las runas deben usarse de una única manera"
Algunas personas creen que solo hay una forma correcta de leer las runas y que cualquier variación es inválida. La verdad es que existen múltiples sistemas de tiradas y enfoques interpretativos. Si bien es importante respetar la esencia de la tradición rúnica, cada lector desarrolla su propio método de conexión con ellas. En mis lecturas, combino el conocimiento ancestral con la percepción intuitiva, permitiendo que las runas hablen en el lenguaje que el consultante necesita escuchar.
Las runas han sido una fuente de sabiduría y guía a lo largo de la historia, proporcionando claves para la reflexión y el autoconocimiento. Más allá de los mitos y creencias erróneas, su verdadera esencia radica en ofrecer una visión más amplia de nuestras circunstancias, ayudándonos a tomar decisiones con mayor claridad. Comprender su mensaje no significa aceptar un destino inamovible, sino reconocer patrones, oportunidades y desafíos que pueden influir en nuestro camino. Con una mirada abierta y sin prejuicios, las runas pueden convertirse en una valiosa herramienta para quienes buscan respuestas más profundas sobre su vida y su evolución personal.