La terapia regresiva es un enfoque profundo de autoconocimiento y sanación que te permite explorar recuerdos, emociones y experiencias de tu pasado, incluso de otras vidas. A través de un estado de relajación consciente, podés acceder a memorias que siguen activas en tu presente, generando patrones repetitivos, bloqueos emocionales o síntomas físicos sin causa aparente.
En una sesión, podés:
La terapia regresiva no es solo una exploración del pasado: es una herramienta transformadora que te ayuda a resignificar lo vivido y a recuperar tu poder personal. Cada experiencia trae una enseñanza que, al ser reconocida, puede liberarte y acompañarte a crear una vida más consciente y plena.
Si sentís que hay algo que te limita, una sensación que no podés explicar o un tema que se repite una y otra vez, la regresión puede brindarte la claridad que estás buscando.
Explorá tu historia profunda. Saná desde su raíz.
En esta sección encontrarás respuestas a las consultas más habituales sobre la Terapia Regresiva.
Si luego de leerlas aún tenés dudas o necesitás más información, podés contactarme. Será un placer orientarte y brindarte el acompañamiento que necesites.
En la primera entrevista hacemos un recorrido por tu historia personal: tus emociones, tus miedos, lo que sentís que te frena. Este paso es clave porque nos permite llegar directo al origen del bloqueo, sin perder tiempo ni energía en sesiones largas solo para “abrir el historial”.
Después de esa primera regresión, vamos a definir cuántas sesiones serían necesarias en tu caso.
Cada persona es única. A veces con una sesión alcanza para destrabar algo importante. Otras veces el proceso es más profundo y requiere varios encuentros.
En general, recomiendo dejar al menos un mes entre sesión y sesión para que puedas asimilar e integrar lo que aparece.
Recordá que esta terapia produce cambios profundos: lo que antes te importaba puede perder peso, y cosas nuevas pueden cobrar sentido.
Para nada.
Podés vivir la experiencia como si fueran imágenes simbólicas, sueños lúcidos o recuerdos del inconsciente. No importa si creés en la reencarnación o no: todo lo que surge tiene un valor enorme para comprender qué te está bloqueando y cómo liberar esa carga emocional.
Es completamente normal. Si sos muy racional o te cuesta relajarte, tal vez al principio sientas cierta resistencia. Con paciencia, práctica y un espacio cuidado, esos bloqueos van a ir aflojando hasta que puedas entrar en un estado profundo de conexión con tu interior.
La regresión consciente es una herramienta poderosa para acompañar situaciones como:
Si tenés dudas sobe si tu situación aplica, escribime y lo vemos juntxs.
¡Sí!
Podés vivir esta experiencia estés donde estés. Solo necesitás:
La terapia regresiva es apta para la mayoría de los adultos. Sin embargo, si tenés problemas cardíacos graves, crisis emocionales agudas, consumo activo de drogas, epilepsia o esquizofrenia, es importante que primero consultes con tu médico de confianza antes de iniciar un proceso.
No.
Durante toda la sesión estás consciente y presente. La regresión es un estado profundo de relajación, pero en ningún momento “perdés el control” ni hacés nada que no quieras. Podés hablar, moverte y volver al estado habitual cuando lo necesites.
Es común que al principio cueste visualizar o sentir imágenes. No te preocupes: aunque creas que “no pasa nada”, tu mente inconsciente está trabajando. A medida que avances en el proceso y confíes en tu capacidad de conectar, las percepciones empiezan a fluir con más claridad.
Cada persona lo vive de manera distinta. Algunas sienten un gran alivio, otras un cansancio profundo o una mezcla de emociones. Todo eso es normal y parte del proceso de integración. Por eso, recomiendo que después de la sesión tengas un tiempo tranquilo para descansar y permitir que todo se acomode internamente.
No.
La Terapia Regresiva es una herramienta complementaria que podés sumar a tu proceso personal o terapéutico. Si estás en tratamiento psicológico o psiquiátrico, podés comentarle a tu profesional de referencia que querés trabajar con regresiones. Muchas veces, se integran muy bien con otras disciplinas.
Absolutamente.
Todo lo que compartas en tu proceso es confidencial y se maneja con absoluto respeto y cuidado. Tu historia personal es tuya, y mi compromiso es ofrecerte un espacio seguro donde puedas abrirte sin miedo a ser juzgado/a.